"Es difícil llegar a las personas sin seguro", dijo Kraus, organizadora principal del Proyecto del Desempleo de Filadelfia, un grupo de defensa con muchos años para gente de bajos ingresos y desempleados. "Una mujer soltera, desempleada que vive sola y sólo busca atención médica cuando tiene una emergencia de salud puede no ser consciente que podía calificar para una póliza que le daría acceso a consultas médicas, medicamentos y otros tratamientos que necesita para mantenerse sana."
La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que hasta 4 millones de personas son elegibles para la cobertura, pero sólo 3.600 mujeres y hombres la solicitaron en julio, el primer mes de funcionamiento de los fondos de alto riesgo. El Departamento de Salud y Servicios Humanos prevé que entre 200.000 y 400.000 se inscribirán en los próximos tres años.
Pero el problema de acceso a los nuevos fondos puede ir más allá de la conciencia pública. Para muchas mujeres de bajos ingresos el seguro puede simplemente costar demasiado.
Durante las batallas sobre la reforma del financiamiento de la atención de salud, los defensores de la salud de la mujer apoyaron firmemente estos "fondos de alto riesgo" ya que ayudarían a las personas con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple, artritis reumática y la diabetes, que afectan a más mujeres que hombres. Su enfoque, sin embargo, era el 2014, cuando las compañías de seguros ya no podrán negar cobertura con base en los antecedentes médicos y los estados crearían una especie de bolsas de valores donde la gente comprará la cobertura y será elegible para ayuda financiera para pagar las primas.
El programa temporal de cuatro años, entrando ahora en vigor, con un presupuesto federal total de $5 millones lo dejó en gran medida al margen.
No se permite cargos por primas más altas
Por ley, los fondos transicionales de alto riesgo no pueden cobrar primas más altas que las estándar para la gente sana en el estado.
"Esta es una mejora porque las personas que postulan al seguro en el mercado individual a menudo tuvieron que pagar 125 por ciento de las primas estándar o más", dijo Julie Sonier, subdirectora del Centro de Asistenciadel Acceso a Datos de Salud del Estado, una organización de investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota en Minneapolis-St.Paul. "Pero las primas todavía pueden ser demasiado altas. A diferencia de Medicaid, la elegibilidad para los fondos de alto riesgo no se basa en los ingresos."
Los beneficiarios más probable del programa temporal serán las personas con condiciones pre-existentes que han sido incapaces de encontrar una compañía de seguros dispuesta a venderles una póliza, a pesar que pueden pagar las primas, predice Sean O’Neail, vicepresidente de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, con sede en Nueva York.
"Las mujeres a menudo tienen problemas para pagar las primas, ya que tienen más posibilidades de trabajar a tiempo parcial o estar en paro y tienen menos activos financieros que los hombres", dijo O’Neail.
Él explica cómo una enfermedad crónica puede afectar las finanzas: "La esclerosis múltiple -que afecta al doble de mujeres que hombres- ataca a la gente en sus 20s y 30s cuando están construyendo sus carreras, dejándolos con poco dinero para pagar los honorarios de los médicos o comprar medicamentos que son muy eficaces pero costosos."
Para pagar su cuidado, el 21 por ciento de las personas con esclerosis múltiple gastaron menos en comida, calefacción y otras necesidades en el año 2007, descubrió una encuesta de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple.
Dependiendo del estado, las primas van desde $140 hasta $900 al mes para ciudadanos y residentes legales con VIH, cáncer y otras enfermedades pre-existentes, que no han tenido seguro durante al menos seis meses.
"El solicitante típico de nuestra zona pagará $233 al mes por una póliza con un deducible de $1,000", dijo Kraus, en el Proyecto de Desempleo de Filadelfia.
Pennsylvania recibió $160 millones en fondos federales para proporcionar un seguro a casi 3.500 personas, según la Red de Acceso a la Salud de Pennsylvania, una coalición de grupos de defensa y comercio que han puesto en marcha una campaña de sensibilización del público.
Cuidados de Maternidad Cubiertos
El cuidado de la maternidad está cubierto, lo que es una gran ventaja para las mujeres con diabetes, hipertensión y otras condiciones que hacen riesgosos el embarazo y el parto, dijo Kraus.
Tampoco hay período de espera para la inscripción, lo que hace a las pólizas atractivas para las personas que han sido recientemente diagnosticadas. Gracias a los fondos de alto riesgo, pueden obtener tratamientos en las fases más tempranas cuando la enfermedad es más curable o controlable.
"Por otro lado, los ancianos y fumadores pueden tener dificultades para afrontar las primas ya que los estados están autorizados a cobrar tarifas más altas", dijo Kraus. "Las primas para las personas en sus 60 años de edad puede ser hasta cuatro veces mayor que para los veinteañeros, lo que puede ser una gran desventaja para las mujeres mayores de bajos ingresos que están tratando de ahorrar para la jubilación."
Veinte y nueve estados y el Distrito de Columbia están administrando sus propios planes usando los fondos federales, que son asignados en base a la población del estado, los costos de la salud y el número de residentes sin seguro médico. El gobierno federal está gestionando los fondos en los restantes 21 estados.
Las primas también varían ampliamente porque los estados están autorizados a cobrar primas más altas en las zonas donde el costo de la atención médica es mayor, tales como las grandes ciudades; los costos son más bajos en las ciudades pequeñas y zonas rurales.
Pero deducibles altos – tanto como $2.500 en algunos de los planes que ofrece el Estado de Washington, por ejemplo-podría no resolver el problema de las condiciones pre-existentes.
"Gastos prohibitivos"
"El gobierno federal ha establecido un límite de 5.950 dólares para gastos varios en 2010, lo que puede ser prohibitivamente caro para las personas de bajos ingresos que tienen condiciones como la artritis reumática", dijo el Dr. José Flood, un miembro de la junta del Colegio Americano de Reumatología, una organización de 7.000 especialistas en la atención e investigación de la artritis, con sede en Atlanta. "Las mujeres tienen cuatro veces más probabilidades que los hombres de tener artritis reumática. Los medicamentos, terapia física y atención constante por parte de especialistas puede ser muy difícil para las personas con artritis reumática que tienen bajos ingresos o deudas significativas."
Pero el mayor reto que enfrentan los fondos de alto riesgo es que pronto pueden quedarse sin dinero.
"Ohio recibió sólo 152 millones de dólares para cubrir 5.000 personas", dijo Flood, un reumatólogo que ejerce en Columbus, Ohio. "Esta es una cantidad muy pequeña teniendo en cuenta la necesidad."
El jefe actuario de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid advirtió en julio que los $5 mil millones en fondos federales podría desaparecer tan pronto como en el 2012. Si eso ocurre, los estados tendrán que tomar decisiones difíciles: eliminar los beneficios, aumentar las primas o limitar la inscripción.
La Oficina Presupuestaria del Congreso también advirtió en julio que si la inscripción no tiene un tope de 200.000, un adicional de $5 a $10 mil millones serán necesarios para apoyar los fondos de alto riesgo hasta el año 2014. Montana ha limitado la inscripción a 400, 60 personas postularon en julio. Otros estados están considerando la limitación de sus inscripciones.
Flood dijo que la aprobación de la reforma de la Salud en marzo -la ley se llama Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible- fue un logro histórico. Pero a medida que los fondos de alto riesgo comienzan a entrar en vigor, han demostrado que todavía queda mucho por hacer.
"El Colegio Americano de Reumatología y otros grupos deben continuar nuestros esfuerzos de defensa para asegurar que la aplicación de esta legislación, hará realidad las pólizas asequibles para las personas con condiciones pre-existentes", dijo.
Sharon Johnson es una escritora independiente residente en New York.