Menos Cuidado para las Mujeres Indocumentadas con Cáncer de Mama

Mujeres indocumentadas con cáncer de mama en Arizona dependen de las clínicas comunitarias y sus horarios de atención para acceder a sus servicios. Para muchas de ellas, las barreras financieras y el temor a ser deportadas, retrasan o enlentecen el tratamiento; convirtiéndose entonces, en el eco de los problemas que la nación enfrenta.

Yolanda Tufail, una enfermera del Maricopa Clínica del Centro de Oncología Médica: habla con una mujer inmigrante, quien sobrevivió al cáncer de mama. PHOENIX (WOMENSENEWS)– Flor lamenta no haber venido antes a Maricopa Clínica del Centro Médico de Oncología.

"Cuando me enteré, estaba desesperada porque pensé que me iba a morir", comentó Flor, de 46 años, una mujer indocumentada que pidió que su nombre no fuera revelado. "Yo no quería pedir ayuda a causa de mi situación inmigratoria".

En lugar de eso, ella hizo lo que sus vecinos le dijeron que hiciera para el cáncer de mama: beber té de una tienda de hierbas, es decir, una tienda de medicina alternativa–sumado al uso de ungüentos caseros para reducir la hinchazón.

Cuando llegó a la clínica hace dos años, fue diagnosticada con cáncer de mama grado IV, una forma de cáncer avanzado, que comienza en el pecho y se extiende a otros órganos. Este tipo de cáncer no se puede curar, pero puede ser tratado. Por ahora la condición de Flor es estable, pero nunca estará en una condición médica, donde los síntomas desaparezcan".

Cuando vienen aquí, a menudo es demasiado tarde", dijo Yolanda Tufail, una enfermera que trabaja en el área de quimioterapia en la clínica oncológica del Centro Médico de Maricopa.

La clínica provee algo poco usual en Arizona, esto es el acceso a la quimioterapia para el tratamiento del cáncer de mama, así como las consultas médicas y medicamentos a un precio razonable.

Las mujeres indocumentadas con cáncer de mama en Arizona, tienen que recurrir a las clínicas comunitarias dentro de sus horarios de atención para obtener estos servicios. La ayuda no es fácil de encontrar. Cuando se llega, las barreras económicas y el temor a ser deportada a menudo se interpone en el camino o hace que el tratamiento se torne más lento.

A nivel nacional esta población enfrenta una batalla cuesta arriba dentro del sistema de la salud. El Pew Hispanic Center calcula que 6 de cada 10 latinos que son inmigrantes indocumentados carecen de seguro de salud.

Las mujeres latinas son más propensas a ser diagnosticadas en una etapa avanzada de cáncer de mama y tienen una tasa de mortalidad más alta que las otras mujeres blancas, según la Sociedad Americana del Cáncer.

Tratamientos Anteriores

"Las mujeres indocumentadas son más propensas a renunciar a un tratamiento debido a los costos involucrados, así como en su cuidado", dijo Mollie Williams, director del Programa de Salud Comunitaria Para la Cura,-Susan G. Komen "una fundación que otorga becas para servicios y la educación sobre el cáncer. "Es probable que estas mujeres queden por el camino debido a los obstáculos".

Williams dijo que en algunos casos los proveedores de servicio que reciben subvenciones de la Fundación han informado que las mujeres eran capaces de cubrir el costo de la atención de la mastectomía y su estado inicial por medio de Medicaid seguros de emergecia. Este tipo de cobertura está disponible para cualquier persona, independientemente de su estatus inmigratorio.

Pero el cáncer de mama es una enfermedad compleja que requiere una gran variedad de especialistas, medicamentos costosos y cuidados de seguimiento. El tratamiento puede extenderse hasta cinco años y costar entre $20.000 a $60.000.

En algunas clínicas de zonas comunitarias sólo pueden diagnosticar el cáncer, pero no cuentan con el seguimiento.

"Somos capaces de diagnosticarlo, pero no hay mucho que podamos hacer después de eso", dijo Lucy Murrieta, gerente de relaciones públicas para la Puesta del Sol del Centro Comunitario de Salud del Condado en Yuma.

Cerca de la frontera Arizona-México, el Centro, ofrece servicios de atención de salud a más de 6.000 trabajadores agrícolas, un 60 % de los cuales son mujeres. El centro no investiga sobre el estado inmigratorio de las mismas, comentó Murrieta.

En algunos casos las mujeres han emigrado legalmente, dijo Murrieta, y al permanecer en el país por cinco años, son elegibles para la cobertura de Medicaid, lo cual está a disposición de las personas de bajos ingresos. Cuando estas mujeres pierden el trabajo después de la temporada de cultivo, por ejemplo, también pierden su seguro de salud, lo que dificulta obtener el tratamiento necesario para esta enfermedad.

En el Condado de Maricopa, las mujeres indocumentadas que han optado por la cirugía o necesitan recibir quimioterapia, pueden recurrir a HealthCare Connect, una fundación sin fines de lucro en Phoenix.

La organización relaciona a los pacientes con los hospitales y con los médicos que aceptan cobrar una tarifa reducida. Por ejemplo, la organización puede encontrar asistencia médica cuyo costo para el tratamiento de la quimioterapia, se vea reducido tan sólo a un 10% de su total.

Pero lo cierto es, que la organización ha contratado solamente a un cirujano quien ha aceptado llevar a cabo una mastectomía por un costo menor.

"Es difícil encontrar un doctor"

"Es difícil encontrar un médico dispuesto a hacerlo", dijo Brenda Cárdenas,quien se desempeña como coordinadora de atención al cliente, para una fundación sin fines de lucro, que brinda servicios a 3.200 miembros, muchos de ellos, inmigrantes indocumentados.

Cárdenas dijo que los pacientes son vulnerables y se deprimen cuando vienen a solicitar ayuda porque los médicos ya le han dicho que ellos no pueden recibir tratamiento. Algunos optan por regresar a su país de origen, por lo general México.

Los investigadores reconocen que hay pocos datos sobre cómo los inmigrantes indocumentados enfrentan un diagnóstico de cáncer, así como los desafíos que esto implica.

Un estudio realizado con un grupo de 39 sobrevivientes de cáncer de mama, ha permitido detectar el tema de la discriminación de los pacientes indocumentados, en cuanto cuanto a su admisión.

"Los resultados fueron preocupantes", dijo Maureen Campesino, profesor de enfermería y una enfermera, quien dirigió la investigación en la Universidad Estatal de Enfermería en Arizona.

Ella encontró que muchas de las mujeres han omitido el tratamiento por temor a perder su empleo, se les niegue los servicios y otras no quieren pedir ayuda por miedo a ser deportadas.

Campesino también descubrió, que muchas veces la aplicación de las políticas inmigratorias de Arizona convierten este tema en algo aún mucho más difícil en lo que respecta a la atención de las mujeres. Por ejemplo, una ley que sanciona las empresas que contraten a trabajadores indocumentados, ha llevado a muchos a perder los puestos de trabajo. Considerando que cuando mantenían su trabajo, esto les permitía obtener descuentos, en el caso de no tener seguro.

"Se añade sal a la herida", "Las familias estaban tratando de pagar por sí mismas, pero el ambiente político ha creado otra barrera", informó

Mayor acceso en otros Estados

No todos los estados son tan duros como Arizona para las mujeres indocumentadas con cáncer de mama. California, por ejemplo, ofrece cobertura de seguro para mujeres indocumentadas de bajos ingresos, dentro de un programa conjunto para el Tratamiento de Cáncer de Mama y Cervical.

Pero la expansión de este tipo de cobertura a nivel federal, parece poco probable.

El principal punto en la reforma de la ley de salud en el Senado impediría a los inmigrantes indocumentados comprar seguros privados, accesibles, ahora a tasas elevadas.

"Es contradictorio", dijo la Dra. Jane L. Delgado, Presidenta y CEO de la Alianza Nacional para la Salud Hispana, una organización con sede en Washington, DC, que se centra en la promoción y la investigación sobre los latinos. "Tenemos que abordarlo como una cuestión simple sobre el tema seguros Si tenemos programas a un precio accesible, debemos permitir que se compren".

El sistema de salud puede complicarse para todos, pero en el caso de los inmigrantes, esto representa una carga aún más pesada para transitar con ella, expresó Sonal Ambegaokar, un abogado en asuntos de salud del Centro de Inmigración Nacional, con sede en Los Ángeles, California.

"Es muy difícil pensar que vamos a elegir quién vivirá o quién morirá de acuerdo a su condición inmigratoria", comentó.

Valeria Fernández es una periodista independiente que escribe sobre las comunidades de inmigrantes en Phoenix, Arizona.

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