Aceleración de Visas U para inmigrantes que huyen del abuso

Durante casi una década, los visados que podrían ayudar a las mujeres inmigrantes maltratadas eran restringidos por la falla del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los EE.UU. en emitir los reglamentos de aplicación. Ahora el retraso se está reduciendo rápidamente. Esta es la primera de dos historias.

(WOMENSENEWS)–El detective adjunto Kevin Bickford, miembro del Destacamento de Fuerzas de Trata de Personas de Oregon, trabaja con víctimas de delitos que pueden tener tanto miedo de él como de sus agresores.

"Tratar de hacer el seguimiento a víctimas de la trata nacidos en el extranjero es muy difícil debido a que ellos no llaman al 911, sino que a menudo tienen miedo de venir a hablar con la policía", dijo.

Cuando el Congreso aprobó la Ley de Protección a las Víctimas de la Trata y la Violencia en el año 2000, los legisladores tuvieron en cuenta estos dilemas.

Reconociendo que los inmigrantes víctimas de delitos a menudo temen la deportación, lo que obstaculiza las investigaciones policiales, el Congreso creó la visa U para proporcionar residencia legal para los inmigrantes víctimas de delitos que cooperen con la policía.

El beneficiario de un visado U tiene derecho a cuatro años de residencia legal y, fundamentalmente, autorización a trabajar. Después de tres años, un beneficiario puede calificar para la residencia permanente – la tarjeta verde, que es un camino a la ciudadanía de los EE.UU.

Bickford dice que la visa U le ayuda a localizar a los traficantes de personas, dándole una manera de mostrar a sus víctimas, quienes de otra forma podrían temer la deportación, que él está de su lado, y que realmente puede ayudarles a permanecer en los Estados Unidos.

Retención de Visas

Sin embargo, las visas U han tardado en llegar a sus destinatarios.

El Congreso aprobó la creación de las visas U en el 2000, pero ninguna fue emitida durante siete años por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EE.UU. o USCIS.

La agencia, parte del Departamento de Seguridad Nacional, supervisa los procesos de visados, asilo y ciudadanía. Emitió los primeros reglamentos de la visa U en septiembre del 2007. Ningún visado fue emitido realmente hasta un año después.

A partir de enero, cuando el recientemente electo presidente Obama se estaba mudando a la Casa Blanca, por lo menos 13.000 solicitudes de visa U se habían presentado. Sin embargo, menos de 100 visados habían sido otorgados, bastante lejos de la cuota de 10.000 anuales aprobada por el Congreso.

Desde que los nombrados por Obama tomaran las riendas en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EE.UU., la agencia ha estado acelerando el trabajo acumulado de implementar plenamente el proceso de nueve años de edad de la visa U.

Chris Rhatigan, un portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EE.UU., dijo en una reciente entrevista que las autoridades ya han aprobado alrededor de 4.000 solicitudes de visa U.

Miles de solicitudes más han sido revisadas y enviadas de vuelta a los peticionarios de las mismas por más pruebas. "Si te doy el número de hoy", dijo Rhatigan, "ya sería obsoleto mañana. Así de rápido se mueven las cosas".

"Es bastante obvio que el U.S.C.I.S. ha estado trabajando muy duro para reducir el atraso", dijo Natalie Nanansi, miembro del Centro de Justicia Tahirih, una organización sin fines de lucro de defensa legal en Falls Church, Virginia. El grupo trabaja para proteger a las mujeres y niñas inmigrantes de la violencia.

"Hemos visto los tiempos de otorgamiento acelerarse y hemos visto casos que se había demorado por más de un año, de pronto ser otorgados".

Cambios de mentalidad institucional

Gail Pendleton, co-directora de ASISTA Asistencia de Inmigración, una red sin fines de lucro con sede en Des Moines, Iowa, que brinda capacitación y asistencia técnica sobre la ley de inmigración, llama al cambio en la era de Obama en la agencia "un gran cambio en la mentalidad institucional."

Como co-fundadora de la Red Nacional para Terminar con la Violencia Contra las Mujeres Inmigrantes, Pendleton ayudó a redactar las disposiciones de la visa U en el 2000.

Ella dice que la visa U completa las disposiciones anteriores de inmigración incluidas en la Ley de Violencia contra la Mujer, o VAWA por sus siglas en inglés.

Esa ley de 1994 permitió a las maltratadas inmigrantes cónyuges de ciudadanos de EE.UU. o residentes permanentes realizar auto-peticiones para la residencia legal. Anteriormente, el cónyugue ciudadano o residente legal controlaba la condición de inmigración de su pareja, lo que a veces permitía a los abusadores recurrir a las amenazas de deportación para evitar que las maltratadas esposas denunciaran la violencia a la policía o trataran de escapar.

Sin embargo, muchas inmigrantes víctimas de la violencia de pareja no son elegibles para una auto-petición bajo VAWA: las que se casaron con un no-ciudadano o no residente permanente y las que no están casadas, incluido las víctimas de la violencia doméstica en relaciones del mismo sexo.

Para estas personas, la visa U puede proporcionar un camino hacia la seguridad sin temor a la deportación.

La Visa es Vital para las Víctimas Immigrantes

La visa U extiende la protección a otros inmigrantes víctimas de la delincuencia, incluidos los que han sufrido incesto, tráfico humano, secuestro y mutilación genital femenina.

Estas visas especiales surgen como una protección jurídica de especial importancia para inmigrantes víctimas de violencia de pareja, que son en su mayoría mujeres.

En situaciones de violencia doméstica, la amenaza de deportación puede servir como otra arma en el arsenal del abusador para obligar a la víctima a callarse; la visa U socava esa amenaza, convirtiendo a la policía en socios en vez de adversarios.

Rosemary Willingham, una abogada de inmigración en San Diego, California, ha trabajado en más de 30 casos de visas U.

Ella recuerda el caso de una joven mujer inmigrante que tiene cuatro hijos. Su pareja, un hombre mucho mayor, la ha maltratado mucho físicamente, a un punto de romperle varios dientes. Como resultado de esta lesión, recibió la visa U provisional, una visa temporal de un año que se puso a su disposición en el limbo de tiempo entre la aprobación de la ley de la visa U y la emisión de sus reglamentos.

Luego de eso ella decidió ir a la escuela para convertirse en un higienista dental.

"Tener a esa joven de regreso y que me diga: ‘Tengo mi propio apartamento, mi propio coche, un trabajo, mis hijos están empezando la escuela", Willingham se detiene, dejando la frase sin terminar antes que concluya. "Nada de eso habría sido posible para ella sin la visa U".

Nadia Berenstein es una escritora independiente y vive en Brooklyn, NY, y Washington, DC. Con frecuencia escribe sobre la igualdad de derechos y la justicia reproductiva.

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