Visas Fuera del Infierno: Las Mujeres Necesitan Saber que Existen

Graciela Beines sufrió durante dos años el abuso por parte de su ex-novio por temor a la deportación. Ahora, quiere que los demás sepan acerca de la visa U, que permite a los inmigrantes víctimas de abusos cómo hacer para escapar de la violencia y permanecer en los EE.UU.

Graciela Beines NUEVA YORK (WOMENSENEWS)–Graciela Beines recibió no hace mucho tiempo una carta, donde su abogado le informa que pronto tendrá su estatus de residente permanente.

"Lloré de la felicidad, he sufrido tanto", dijo Beines, quien dejó su país natal, Argentina hace 10 años y llegó a Nueva York indocumentada, soltera, sin hijos y casi sin hablar inglés.

Poco después de su llegada, Beines, de 50 años, se convirtió en parte del tema de la violencia doméstica, que duró dos años.

Muchas mujeres indocumentadas que sufren de manera similar, no saben que tienen otras opciones y por lo tanto no informan sobre este problema por temor a ser deportadas, comentó Evelyn García, del Programa de Intervención contra la Violencia, con sede en la ciudad de Nueva York. Esta organización latina promueve las relaciones de pareja sin violencia y ofrece servicios para las víctimas.

Beines vivío en uno de los refugios del grupo durante los nueve meses.

Siempre me golpeaba y me decía: "Si usted llama a la policía la voy la reportar a inmigración" comentó.

Tracy Bing, un abogado que trabaja con casos de violencia doméstica en los servicios jurídicos de Manhattan, dice que es un problema común. Muchas veces, tengo miedo de pedir ayuda, porque si voy a la policía, ellos van a llamar a inmigración. Ese es un gran problema, señaló.

Beines habla sobre su amarga relación en esos días. "En Nueva York conocí a un hombre que me dio el cielo, las estrellas y la luna, y por cierto que las he visto, pero a causa de los golpes que recibí".

Ella vestía pantalones y un buzo blanco, con su cabello recogido en aquella tarde no muy lejana.

No había maquillaje en su piel pálida, tampoco delineador alrededor de sus ojos azules. Así es como me veo últimamente, dijo. Pero no era lo que Beines usaba antes de ser maltratada.

La violencia no es sólo el golpe, la violencia también incluye: "No te pongas eso, con quién estás hablando?. Usted debe ser capaz de comprar todos los alimentos para esta semana con sólo $20". Yo no quiero que dejes la casa sola–Ella todavía no usa maquillaje con regularidad, porque dice estar demasiado asustada para lucir bien y comenzar nuevamente.

Perdón por Temor

En los dos años que estuvieron juntos, Beines estuvo en el hospital en tres ocasiones. Su novio, informó a la policía en varias oportunidades durante estos dos años. Pero ella siempre lo perdonó por miedo.

También renunció a dos puestos de trabajo como encuenstadora, por sentir vergüenza de cómo lucía su maltratdo rostro. El no trabajar, creó un problema de dependencia financiera con su victimario.

Beines escapó de lo que ella llama "el infierno", después de una noche terrible, el 28 de febrero de 2002, cuando se temía por su vida.

"Ese día dije: Pará. La lucha comenzó, los golpes vinieron, me lanzó a la cama, coloqué una almohada sobre mi cara y él quería perforarme con un taladro eléctrico, hasta matarme, dijo con calma Beines.

Su apartamento no tenía cortinas, por lo cual un vecino vio lo que estaba sucediendo y llamó a la policía.

Se las arregló para escapar de él y empezó a correr por las escaleras. En cuestión de segundos la policía estaba allí, Beines respondió, y los detuvieron.

Ambos pasaron la noche en la cárcel. Beines se sentó con la policía en los escritorios para completar un informe, mientras su agresor fue puesto en una celda con otros hombres.

"Recuerdo que fui al baño esa noche, y oí decir: Muqui, Muqui".

La llamó por el nombre de su mascota. "Gritó, Muqui, Muqui, sé que me vas a perdonar como siempre lo hacés." ( Muqui es una abreviatura de la palabra muñeca en español).

Pero no lo hizo.

Al día siguiente volvió a su casa, limpió y ordenó.

La misma policía que había detenido a su novio volvió a la mañana siguiente y la llevó a la corte en el Bronx.

Buscando apoyo

Los abogados la relacionaron con otros profesionales.

Vivío en el apartamento durante 12 días y luego se mudó a un refugio en Manhattan que opera bajo el Programa de Intervención contra la Violencia.

Allí conoció a Tania Rodríguez, una abogada que estaría a su lado durante los meses siguientes, permitiéndole que su vida brillara nuevamente, comentó.

En este refugio se enteró de la visa U, un permiso especial para inmigrantes víctimas de abusos, que brinda atención a unas 10.000 personas al año. Aunque el Congreso aprobó la legislación de las visas U en el año 2000, la normativa se estancó en el Departamento de Justicia de los EE.UU. hasta el 2007.

"Ella logró obtenerlo por acción diferida, dado que la reglamentación no fue aprobada hasta octubre de 2007", dijo Marisol Arriaga, abogada que se especializa en casos de violencia doméstica para inmigrantes indocumentados.La acción diferida ha permitido a algunos inmigrantes, obtener una visa provisional, mientras se espera la aprobación.

Después de tres años con una visa U, se puede solicitar una residencia permanente, comentó Arriaga. Es una de las pocas visas de inmigrante que permite esto.

Los criterios para esta visa, dijo Arriaga, son diversos. Un elemento clave, es que la víctima debe cooperar con la policía en la investigación de los hechos.

El abogado dijo que esta visa posee una ventaja esencial para los inmigrantes indocumentados. Es decir que, a menos que tengan hijos ciudadanos, esta es una de las pocas oportunidades que los indocumentados poseen.

"Si hubiera sabido de la Visa U, y de todo el apoyo en cuanto a la vivienda que tuve, no me hubiera padecido el abuso que me tocó vivir en esos dos años. Resistí durante dos años debido a la ignorancia?".

Durante los meses que siguieron, Beines ha recibido un lugar donde vivir sin costo, alimentación y asesoramiento jurídico así como asistencia psicológica.

Volver al Trabajo

Tan pronto se repuso de sus heridas, comenzó a trabajar nuevamente. Lo hizo legalmentel.

A principios de 2003 tenía un permiso de trabajo por un año y renovable, parte de los beneficios proporcionados por la visa U.

"La mayoría de nuestros clientes no saben que este beneficio existe" dijo Terry Lawson, un abogado de la unidad familiar de los Servicios Legales de Nueva York-Bronx.

La condición migratoria no importa cuando se trata de denunciar la violencia doméstica a la policía y poner fin a este problema, dijo Violeta García, en Nueva York. "Nunca se pedirán papeles a inmigración".

"Yo tenía mucho miedo. Me gustaría conocer a otras mujeres que necesiten ayuda en esta ciudad", dijo Beines.

En estos días Beines guarda fotos de su victimario en una caja marrón, junto a otras de Argentina y familiares. Esto no le molesta, dijo.

Ella habla de su victimario, como si no fuera más que un ligero recuerdo, alguien con quien ha perdido contacto. Lo admite con humor, el mismo humor que utiliza para describir los detalles de su rutina.

Una cosa que me gusta hacer en las mañanas es mirarme al espejo y decirme ‘Hola, hermosa, cómo estás?’, con una sonrisa.

Aunque el abuso le ha dejado ansiedad y temor–y su agresor fue liberado sólo varios meses después, ella sigue siendo positiva.

Ahora Beines comparte un pequeño apartamento de dos dormitorios en el sur del Bronx con sus dos gatos y trabaja como agente de bienes raíces en Manhattan.

"Hay que superar todo esto, usted tiene que sobrevivir", dijo.

Almudena Toral, una trabajadora de la Fundación La Caixa, periodista y fotógrafa de España. Posee títulos en periodismo y relaciones internacionales.

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